
El ejercicio regular es un hábito conocido por promover una salud óptima. Tal vez lo odies o tal vez lo ames. Pero, es el hábito más valioso que puedes tener en tu vida.
Si tú ya haces ejercicio de forma constante, definitivamente sabes a lo que me refiero. Pero si aún no has logrado ser muy activo en tu rutina diaria, en este artículo tengo para ti 5 infalibles pasos para empezar con el hábito de hacer ejercicio y convertirlo en un verdadero hábito permanente (garantizado).
1. ESTABLECE UNA META FÁCIL Y ESPECÍFICA
Comienza a hacer ejercicio proponiéndote una meta fácil y específica. Fácil porque así te resultará precisamente tan sencilla de conseguir que no abandonarás a la primera de cambio y caminarás hacia convertir esa meta que te has propuesto en un hábito. Puedes empezar por algo como 5 minutos de ejercicio al día (¿quién no tiene 5 minutos para hacer deporte?) y después ve aumentando gradualmente la actividad. Y específica porque no es lo mismo querer hacer ejercicio para perder peso, que tonificar o prepararse para una carrera. El entrenamiento en cada uno de esos casos es diferente. Por ejemplo, si tu objetivo es perder peso podrías adoptar una rutina de entrenamiento basada en ejercicio aeróbico como correr, andar, spinning… dosificado en sesiones de 30-60 minutos y con una frecuenta de 3 a 5 días por semana.
Márcate tu entrenamiento como si fuera una cita ineludible con un día, una hora fijada y un lugar. No vale que digas: “mañana voy a salir a correr”, mejor di: “mañana a las 11 de la mañana voy a salir a correr 30 minutos por mi barrio”, por ejemplo. Especificar tu objetivo te ayudará a tomártelo más enserio aún.
2. ENTRENA CON ALGUIEN QUE YA TENGA EL HÁBITO (AL MENOS AL PRINCIPIO)
Si conoces a alguien de tu entorno que tenga el hábito de hacer ejercicio bien establecido, alíate con esa persona para estar más motivado para entrenar. Empezar a hacer ejercicio no es fácil, por ello si tienes una motivación extra, te será más sencillo acabar tomando como hábito el hacer deporte. Un compañero te ayudará a alcanzar tu meta y a mantenerte motivado.
3. ELIGE UNA ACTIVIDAD FÍSICA O ALGÚN DEPORTE QUE TE GUSTE
Si ves el ejercicio como algo que tienes que hacer y no como algo que realmente te gusta acabarás perdiendo la motivación y dejarás de hacer actividad física. Prueba a ver el deporte como algo ameno y divertido que te ayuda a mantenerte en buena forma física. Lo mejor que puedes hacer para empezar a entrenar es elegir una actividad o deporte que te guste y con el que te sientas cómodo. Por ejemplo, si te parece monótono hacer ejercicio en un gimnasio, mejor plantéate la posibilidad de asistir a clases de zumba, yoga, baile, etc. Lo importante es que muevas tu cuerpo y que a la vez te diviertas. De esa forma, convertir el ejercicio en un hábito te costará mucho menos.
4. PIENSA EN LOS BENEFICIOS
Desde el momento en el que inicias a hacer una actividad física llegan a tu vida diferentes beneficios de forma progresiva como: mejora de la autoestima, control del peso, reducción de los riesgos de padecer enfermedades del corazón, liberación del estrés y la ansiedad, inversión de calidad de vida para el futuro, fortalecimiento del cuerpo y la mente, confianza en uno mismo, entre otros tantos. Y sobre todo, tener un estilo de vida saludable y practicar deporte habitualmente te hará sentirte mejor contigo mismo y llenarte de vitalidad y felicidad.
5. TEN PACIENCIA
La motivación es lo que te pone en marcha, y el hábito es lo que hace que sigas”. – Jim Ryun
El atleta estadounidense Jim Ryun, quien consiguió varios récords mundiales, hizo esta reflexión sobre el proceso de incorporar un objetivo a nuestra rutina. Puede que la motivación inicial por conseguir tu objetivo (perder peso, tonificar, ganar músculo…) te haga empezar a hacer deporte y que este paso no te cueste nada darlo. Pero transformar esos primeros días de entrenamiento en un hábito es algo más complicado y que te llevará tiempo, dedicación y paciencia.
Al principio tu mente te enviará señales de cansancio, fatiga, pereza, malestar y en tu cuerpo aparecerán las agujetas, los dolores musculares o incluso alguna lesión. Ante eso no te dejes vencer. Sigue caminando en la dirección de convertir el ejercicio en un hábito en tu vida, porque si ya has decidido empezar a hacer deporte, ya estás en el rumbo correcto. Sé paciente y empezarás a notar los resultados del ejercicio en tu cuerpo y en tu calidad de vida.